El Justo
Mírate y actúa
Pon tu esperanza en Él
Ser paraíso para Dios
Dios se nos mostrará
El Señor está siempre contigo
Dios habla al corazón
Ama a Dios como es Él
No amemos los pasajero
Sirve con libertad a Dios
La Palabra Divina es saludable
Que cada uno viva para Cristo
Creer al que promete
Ser su madre
Hagamos lo que quiere la Trinidad
Déjate Curar
"¿Quiénes son los rectos de corazón? Ea, hermanos míos, continuamente lo estoy diciendo, y bueno es que lo sepáis. ¿Quiénes son los rectos de corazón? Quienes no atribuyen al acaso las cosas que soportan en la vida para medicina suya, sino al propósito de Dios; ni presumen de su propia justicia, pensando que sufren injustamente lo que sufren; ni creen que Dios es injusto porque padecen menos los que pecan más. Ved, hermanos, que os he dicho muchas veces estas cosas... Tus pies resbalaron porque envidiaste a los pecadores viendo su paz. Déjate curar. El, que conoce la herida, sabe lo que hace. Que otro no es sajado, ¿y qué, si se desespera de él? ¿Y si tú eres sajado porque no se desespera de ti? Luego soporta cuanto sufres con recto corazón. Dios conoce lo que te da y lo que te quita. Lo que te da, que te sirva de alivio, no de ruina o destrucción; y lo que te quita, que te sirva de resignación, no de desesperación. Si maldices, Dios te desagrada y te agradas a ti; entonces serás de corazón perverso y torcido, y esto es peor, porque quieres dirigir el corazón de Dios hacia el tuyo para que haga lo que tú quieres, siendo así que tú debes hacer lo que El quiere. ¿Qué? ¿Pretendes inclinar el corazón de Dios, que siempre es recto, a la perversidad del tuyo? ¡Cuánto mejor te sería encauzar tu corazón hacia la justicia de Dios!" (Comentario al salmo 63, 18).
Cumplamos sus preceptos por amor
"En la tercera petición decimos: Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. ¿Qué quiere decir esto? Como los ángeles te sirven en el cielo, así te sirvamos nosotros también en la tierra. Sus santos ángeles, en efecto, le obedecen, no le ofenden; cumplen sus preceptos por amor a él. Esto es lo que pedimos: que también nosotros cumplamos sus preceptos por amor" (Sermón 59, 5).
La Voluntad de Dios es recta
"Los hombres estaban torcidos; se hallaban extraviados; querían gobernarse a sí mismos; se amaban, amaban sus malas acciones; no sometían su voluntad a la de Dios, sino que pretendían inclinar la de Dios a sus concupiscencias. Se aíra el pecador y el inicuo contra Dios porque no llueve, y no quiere que Dios se enoje contra él porque resbala y cae. La ocupación casi cotidiana de los hombres es altercar contra Dios... La voluntad de Dios es recta, la tuya torcida; te parece torcida la de Dios porque tú no puedes ajustarte a Él. Encáuzate en ella y no intentes torcerla hacia ti. En vano lo intentarás, pues no podrás. Ella siempre es recta. ¿Quieres unirte a ella? Corrígete" (Comentario al salmo 44, 17).
Conviértete al querer de Dios
"¿Quieres ser injusto haciendo a Dios también injusto? ¿Por qué intentas atraer a Dios a tu querer? Conviértete tú al querer de Dios. ¿Y quién es el que hace esto? Aquel que pertenece al número de los pocos de quien se dice: Quien perseverase hasta el fin, éste se salvará" (Comentario al salmo 60, 9).
Que en nada te desagrade Dios
"Si queréis que la alabanza sea digna en vuestros labios, sed también vosotros hombres de corazón recto. Y si queréis ser de recto corazón, que en nada os desagrade Dios. Porque, una de dos: o entendéis la razón por la que Dios obró así, y viendo la razón no le censuráis; o, si no entiendes la razón del obrar de Dios, sábete que él actúa de manera que no pueda desagradar a nadie" (Sermón 15A, 7).