Consolado

"Tu disciplina como vara para el rebaño de ovejas y como cayado para los hijos ya mayores y crecidos, que han pasado de la vida animal a la espiritual, esos mismos no me afligieron; al contrario, me han consolado, porque te acuerdas de mí" (Comentario al salmo 22, 4).

Obedezcan los niños

"¿A quiénes estaba sometido? ¿No era a los padres? Uno y otro eran los padres a los cuales él estaba sometido por la misma condescendencia por la que era Hijo del hombre. Hasta aquí los preceptos los recibían las mujeres; recíbanlos ahora los niños, en modo que obedezcan a sus padres y les estén sometidos. ¡Cristo, a quien el mundo está sometido, se somete a sus padres!" (Sermón 51, 19).

La Unión Conyugal

"Añádase a esto que la concupiscencia de la carne se reprime y ordena con la unión conyugal y, si cabe hablar así, crepita y se abrasa más verecundamente cuando viene moderada por el afecto paterno. Es innegable, evidentemente, que los ardores de la voluptuosidad quedan atemperados por no sé qué mesura y gravedad cuando el hombre y la mujer se percatan sabiamente de que por la unión conyugal se han de convertir en padre y madre" (El bien del matrimonio 3, 3)

No anuló el amor filial

"No promulgó, pues, ahora una ley contraria, sino que recomendó la antigua; te enseñó el orden que has de mantener, no anuló el amor filial: Quien ama a su padre o a su madre, pero más que a mí. Ámelos, entonces, pero no más que a mí. Dios es Dios y el hombre es hombre. Ama a tus padres, obedece a tus padres, honra a tus padres; pero, si Dios te llama a una misión más alta, para la que el cariño de los padres pueda ser un impedimento, guarda el orden, no eches por tierra la caridad" (Sermón 72, 4).

Cuidar

"La primera responsabilidad que pesa sobre el hombre es con relación a los suyos, que es a quienes tiene más propicia y fácil ocasión de cuidar, en virtud del orden natural o de la misma vida social humana" (La ciudad de Dios 19, 14).

Obediencia

"Dios sí había preceptuado a los hijos que obedecieran a sus padres. Únicamente no deben obedecer los hijos a sus padres cuando éstos mandan a sus hijos algo contra lo ordenado por el Señor Dios. Y no deben airarse los padres cuando se les pospone a Dios. Pero cuando los padres ordenan algo que no va contra Dios, deben ser escuchados como si fuera Dios el que ordena, puesto que Dios mandó obedecer a los padres" (Comentario al salmo 79, 1, 2).