"En el dia de hoy, una vez celebrada la solemnidad de los misterios, se entremezclarán los bautizados y regenerados en Cristo con todo el pueblo de Dios.A ellos vamos a dirigir la palabra: a vosotros en ellos y a ellos en vosotros… Puesto que sois miembros de Cristo, he aquí mi exhortación. Escúchenme aquellos con quienes os vais a mezclar. Hoy temo por vosotros, no tanto por causa de los paganos, ni de los judíos, ni de los herejes, sino por causa de los malos católicos. Elegid vosotros a quiénes imitar de entre todo el pueblo de Dios; pues, si queréis imitar a la turba, os excluís de los pocos que caminan por la senda estrecha. Alejaos del robo, del fraude y del perjurio. ¡Lejos de vosotros el abismo de la borrachera! Temed a la fornicación como a la muerte; no la muerte que libera al alma del cuerpo, sino aquella que hará que el alma arda por siempre con el cuerpo" (Sermón 224).
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