"No escuchemos a los que dicen que el Verbo de Dios tomó solamente el cuerpo, y así interpretan la frase el Verbo se hizo carne negando que asumiese al hombre, al alma o cosa del hombre, excepto la carne sola. Mucho yerran. No entienden que se dice el Verbo se hizo carne nombrando solamente la carne. Es que sola la carne pudo aparecer ante los ojos de los hombres, por los que se realizó la encarnación. Como arriba dijimos, es absurdo e indigno que aquel hombre no tuviese un espíritu humano. ¿Cuánto más absurdo será que no tuviese espíritu ni alma y que tuviera tan sólo lo que es ínfimo y más vil aun entre los brutos, es decir, el cuerpo? Excluyamos, pues, también de nuestra fe esta impiedad y creamos que el Verbo de Dios asumió al hombre entero y perfecto"
El combate cristiano 21,23,
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