Se turbó porque quiso


"Tu te turbas sin quererlo, Cristo se turbó porque quiso. Jesús sintió hambre, es verdad, pero porque quiso. Es verdad que Jesús durmió, que se contristó, que murió, pero todo porque quiso: en su mano estaba ser afectado de uno u otro modo o no ser afectado. El Verbo tomó el alma y la carne, uniendo en sí en una sola persona la naturaleza humana. Pues por el Verbo fueron iluminadas las almas del Apóstol, de Pedro, de Pablo y de los otros apóstoles, como lo fueron las de los santos profetas; pero de ninguna se ha dicho: El Verbo se hizo carne; Yo y el Padre somos una sola cosa. El alma y el cuerpo de Cristo, con el Verbo de Dios, es una sola persona, es un solo Cristo. Y por eso, donde se halla el supremo poder, la parte más débil se mueve al arbitrio de la voluntad..."
Comentario al evangelio de Juan 49, 18.

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