"Se nos dijo, con verdad y sin engaño alguno: Llamad y se os abrirá. Pero ahora, mientras dura el tiempo de la misericordia, no cuando sea el tiempo del juicio. No debemos confundir estos tiempos, puesto que la Iglesia canta la misericordia y el juicio del Señor. Es éste el tiempo de la misericordia: haz penitencia. ¿Tienes en tu poder el hacerla en el tiempo del juicio? Te hallarás entre aquellas vírgenes a las que se les cerró la puerta. Señor, Señor, ábrenos. ¿Acaso no hicieron penitencia al no llevar aceite consigo? ¿Pero qué les aprovechó la penitencia tardía, cuando se reía de ellas la verdadera sabiduría? Por tanto, se les cerró la puerta. Quien conoce todo, ¿no las conoció a ellas? ¿Qué significa, por tanto, no os conozco? Os desapruebo, os repruebo. No os conozco en mi arte; mi arte desconoce los vicios. Cosa grande ésta: desconoce los vicios y, sin embargo, los juzga. Los desconoce porque no los hace; los juzga cuando los reprueba. Así, pues, no os conozco"
(Sermón 93, 16).
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