Celebremos con humildad

"Nuestro Señor Jesucristo, cercana ya su pasión, en la que pagó por nosotros deudas que no eran suyas, para borrar con su sangre el autógrafo que nos declaraba reos, dijo a sus discípulos: Vigilad y orad para no entrar en tentación. De esta recomendación tomó origen la presente solemnidad, en la que se guarda vigilia en el retorno anual de aquel día en que se está a la espera de su resurrección. Escúchenos a quienes nos mantenemos en vela en su solemnidad el que se entregó al sueño por nuestra salvación… Celebremos nuestra vigilia con humildad de espíritu, para esperar y estar atentos, con corazón vigilante, a la venida de aquel cuya voz despertará también de los sepulcros a todos los que duermen " 
(Sermón 223 C).

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