Estar en estado de alerta

"Aunque ya la misma solemnidad de esta noche santa os exhorta, amadísimos, a velar y a orar, es deber mío dirigiros unas palabras para que también la voz del pastor ponga en estado de alerta al rebaño del Señor contra quienes se le oponen y le envidian… Demos gracias, pues, a Dios, que nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino del Hijo de su amor. Separados de aquellas tinieblas por la luz del Evangelio y liberados de aquellas potestades por la sangre preciosa, vigilad y orad para no caer en tentación… Estad alerta, en la madre luz, contra las tinieblas y sus rectores, y orad al Padre de las luces desde el seno de esta luz, vuestra madre"
 (Sermón 222).

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