Que esté sano el interior

"Ved amadísimos, cómo los carpinteros, cuando cortan los árboles, los examinan. Algunas veces ven que la parte superficial está como dañada y carcomida; mas el carpintero mira el corazón del árbol, y, si advierte que tiene sano el interior, asegura que ha de durar mucho en la construcción. Apenas se preocupa del exterior dañado cuando se da cuenta que está sano el interior. En el hombre no hay cosa más interior que la conciencia. Luego ¿de qué le aprovecha al hombre tener sano el exterior y corrompido el interior de la conciencia?" 
(Comentario al salmo 45, 3).

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