Dos Madres

"Aquel juicio regio sobre la controversia surgida entre las dosmujeres no nos exhorta sino a combatir por la verdad, a alejar la hipocresía, cual falsa madre, del don espiritual de la Iglesia como de un hijo vivo ajeno, y a no tolerar que domine sobre la gracia concedida a otros ella que no pudo mantener la suya propia" (Sermón 10, 4).

Desea que crezca

"Pero no quiere que permanezcan carnales, pues también a la madre le gusta de nutrir a su pequeño, pero no desea que permanezca pequeño. Lo lleva su seno, lo cuida con sus manos, lo consuela con sus caricias, lo alimenta con su leche: todo esto hace al pequeño, pero desea que crezca, para no tener que hacer siempre esas cosas" (Sermón 23, 3).

Ser Como Madres

"Mirad al Apóstol; es mejor que le miremos a él, pues no tuvo reparo en llamarse madre cuando dice: Me hice pequeño en medio vosotros, como nodriza que cría a sus hijos. Hay nodrizas que ciertamente crían, pero no a hijos suyos. Igualmente existen madres que los confían a las nodrizas, y no crían personalmente a sus hijos" (Sermón 23, 3).

Retornó al corazón

"Por tanto, aquel hijo ya tenía contrito su corazón en la región de la miseria; a él había retornado para hacerlo trizas. Orgulloso había abandonado su corazón y airado había retornado a él. Se airó para castigarse, para castigar su propia maldad; había retornado para merecer la bondad del padre" (Sermón 112 A, 5).

Descansar para sufrir

"En cambio, tú quieres descansar para sufrir fatiga, siendo así que deberías sufrir fatiga para descansar. Se te dice: Honra a tu padre y a tu madre; tú, en cambio, haces a tus padres la afrenta que no quieres sufrir de tus hijos. Se te dice: No matarás; tú, sin embargo, quieres matar a tu enemigo, y quizá tal vez no lo haces por temor al juez humano, no porque pienses en Dios" (Sermón 9, 3).

Mujer Única

"Hablar de ella como de una espectadora es poco, pues nos ha llenado de admiración, sobre todo, el verla como animadora. Fue más fecunda en virtudes que en hijos al ver combatir a aquellos en quienes ella misma combatía; al vencer todos ellos, ella misma vencía. Mujer única, madre única" (Sermón 301, 1).


LOS HIJOS ALABAN

"¿Entre quiénes hay que contarlos? ¿Entre los perseguidores o entre los hijos de los mártires? Cuando se les prohibieron los bailes, se hicieron presentes y originaron un motín. Los hijos alaban, los perseguidores bailan; los hijos cantan himnos, los otros organizan banquetes" (Sermón 305 A, 4).

Ama a Cristo

 

"Nadie, pues, ame al padre, a la madre, a los hijos, a la esposa, más que a Cristo. Nadie ame más que a Cristo, nadie ame como a Cristo a esas mismas personas a las que es justo amar, a las que la piedad exige que se las ame y a las que es pecado no amar. Si alguien las ama más o menos que a Cristo hay que decir que las ama conforme al modo recto de amar, aunque no conforme a la medida del amor. ¿Qué significa que las ama conforme al modo recto de amar, aunque no conforme a la medida del amor? Esto: que su amor no es carnal, sino espiritual. Pero tú no las ames así, esto es, con un mismo e igual amor. Porque es pecado no solo amar a alguien más que a Cristo, sino también no amar a Cristo más que a cualquier otra persona" (Sermón 65 A, 11).

Imagen del Padre

"Un hijo ostenta la imagen de su padre y es lo mismo que su padre, pues es hombre como su padre. En cambio, en un espejo, tu imagen no es lo mismo que tú. Una cosa es tu imagen en tu hijo y otra en el espejo. En el hijo está tu imagen según la igualdad de la sustancia; en cambio, en el espejo, ¡cuán lejos queda de tu sustancia! Y con todo, hay una cierta imagen tuya, aunque no es tal como la que se da en el hijo, según la sustancia" (Sermón 9, 9).

Consiervos

"Esto hicieron nuestros predecesores, miembros de su familia, nuestros padres, sí, pero también consiervos nuestros. Y nunca nos habría mandado Dios que realizáramos esto, si lo creyera imposible de realizar para el hombre. Y tú, al ver tu debilidad, ¿te acobardarás ante este precepto?" (Comentario al salmo 56, 1).

Corregir

"¿Qué ha podido darte tu padre, hasta llegar a corregirte, a azotarte, a utilizar el látigo y a pegarte? ¿Acaso pudo otorgarte una vida sin fin?... Y golpeó al hijo por temor a que se perdiese el fruto de sus fatigas; por haberle dejado lo que ni podía retener aquí ni llevar consigo. Nada te dejó aquí que pudiera seguir perteneciéndole. Desapareció él, para que así le sucedieras tú. Tu Dios, tu redentor, tu domador, castigador y padre te castiga. ¿Con qué finalidad? Para que recibas una herencia, para lo cual no es preciso en este caso sepultar a tu padre" (Sermón 55, 5).


Retornar

"Por tanto, aquel hijo ya tenía contrito su corazón en la región de la miseria; a él había retornado para hacerlo trizas. Orgulloso había abandonado su corazón y airado había retornado a él. Se airó para castigarse, para castigar su propia maldad; había retornado para merecer la bondad del padre" (Sermón 112 A, 5).

Primero Dios

"Le apetece, por ejemplo, a un joven servir a Dios, pero no está de acuerdo su padre; ya están divididos entre sí; el uno le promete una herencia terrena, y el otro lo que quiere es la celestial; este le promete una cosa, pero el otro elige otra. Que no piense el padre que se le hace una injuria; es únicamente Dios lo preferido a él" (Comentario al salmo 44, 11).

Prójimo tuyo

"Prójimo tuyo es aquel de quien tienes misericordia. Si, pues, un extraño samaritano, practicando la compasión y socorriendo se ha convertido en prójimo, todos los que en tus sufrimientos no son capaces de echarte una mano, se convierten en extraños tuyos" (Comentario al salmo 48, 1, 14).

Gobernad vuestra casa

"Sin olvidarnos de lo que fuimos, no perderemos la esperanza sobre los que ahora son lo que nosotros fuimos. Sin embargo, carísimos, entre tanta diversidad de costumbres, y tan detestable corrupción, gobernad vuestras casas, educad a vuestros hijos, mantened el orden en vuestras familias. Lo mismo que a mí me pertenece en la Iglesia hablaros a vosotros, así mismo os pertenece a vosotros el rendir cuentas exactas de los que os están sometidos. Dios ama la educación" (Comentario al salmo 50, 24).

El Hijo Permanece

"El siervo no permanece en la casa para siempre, en cambio el hijo sí permanece para siempre. El que entra como hijo, que no se hospede transitoriamente, porque va a perseverar hasta el final; el que entra como siervo, como engañador, como pecador, echa el ojo para espiar a ver qué puede robar, busca cómo criticar o censurar, entra para aposentarse de momento, no para habitar y perseverar" (Comentario al salmo 55, 9).

No seas Negligente

"Perversa y dañina es la permisión, el dejar rienda suelta a los pecados. Del todo inútil y muy perniciosa es en el hijo la sensación del consentimiento del padre, para luego sentir la severidad de Dios; y esto no sólo él, sino acompañado de su negligente padre. ¿Cómo es esto? Sí, porque, aunque el padre no peque realizando lo que hace su hijo, ¿no deberá mantenerlo apartado de la maldad? ¿O acaso es para que el hijo piense que su padre haría lo mismo si no hubiera envejecido?" (Comentario al salmo 50, 24).

Prepara la herencia

"Serías un niño estúpido en casa de su padre: lo ama cuando lo acaricia, y lo odia cuando lo castiga. Como si no te preparara la herencia tanto cuando te acaricia como cuando te castiga. Mira cómo la alabanza es propia de los rectos, escucha la voz del recto" (Comentario al salmo 32, 2, 1, 3).

Consolado

"Tu disciplina como vara para el rebaño de ovejas y como cayado para los hijos ya mayores y crecidos, que han pasado de la vida animal a la espiritual, esos mismos no me afligieron; al contrario, me han consolado, porque te acuerdas de mí" (Comentario al salmo 22, 4).

Obedezcan los niños

"¿A quiénes estaba sometido? ¿No era a los padres? Uno y otro eran los padres a los cuales él estaba sometido por la misma condescendencia por la que era Hijo del hombre. Hasta aquí los preceptos los recibían las mujeres; recíbanlos ahora los niños, en modo que obedezcan a sus padres y les estén sometidos. ¡Cristo, a quien el mundo está sometido, se somete a sus padres!" (Sermón 51, 19).

La Unión Conyugal

"Añádase a esto que la concupiscencia de la carne se reprime y ordena con la unión conyugal y, si cabe hablar así, crepita y se abrasa más verecundamente cuando viene moderada por el afecto paterno. Es innegable, evidentemente, que los ardores de la voluptuosidad quedan atemperados por no sé qué mesura y gravedad cuando el hombre y la mujer se percatan sabiamente de que por la unión conyugal se han de convertir en padre y madre" (El bien del matrimonio 3, 3)

No anuló el amor filial

"No promulgó, pues, ahora una ley contraria, sino que recomendó la antigua; te enseñó el orden que has de mantener, no anuló el amor filial: Quien ama a su padre o a su madre, pero más que a mí. Ámelos, entonces, pero no más que a mí. Dios es Dios y el hombre es hombre. Ama a tus padres, obedece a tus padres, honra a tus padres; pero, si Dios te llama a una misión más alta, para la que el cariño de los padres pueda ser un impedimento, guarda el orden, no eches por tierra la caridad" (Sermón 72, 4).

Cuidar

"La primera responsabilidad que pesa sobre el hombre es con relación a los suyos, que es a quienes tiene más propicia y fácil ocasión de cuidar, en virtud del orden natural o de la misma vida social humana" (La ciudad de Dios 19, 14).

Obediencia

"Dios sí había preceptuado a los hijos que obedecieran a sus padres. Únicamente no deben obedecer los hijos a sus padres cuando éstos mandan a sus hijos algo contra lo ordenado por el Señor Dios. Y no deben airarse los padres cuando se les pospone a Dios. Pero cuando los padres ordenan algo que no va contra Dios, deben ser escuchados como si fuera Dios el que ordena, puesto que Dios mandó obedecer a los padres" (Comentario al salmo 79, 1, 2).

Amar en Honor y Santidad

"¿No son acaso cónyuges quienes así viven, sin buscar el uno en el otro el fruto de la carne y sin exigirse mutuamente el débito de la concupiscencia carnal? Con todo, ella, la mujer, está sometida al varón, porque así es de razón —y lo está tanto más cuanto es más casta. Y el varón ama de verdad a su mujer en honor y santidad —según está escrito— en cuanto coheredera de la gracia, del mismo modo que Cristo —dice— amó a su Iglesia" (Sermón 51, 21).

También las fieras aman a sus hijos

"También las fieras aman a sus hijos: los aman los áspides, los tigres, los leones. No hay fiera alguna que no se insinúe con ternura a sus hijos. Pues, aunque aterrorice a los hombres, acaricia a sus pequeñuelos. Ruge el león en la selva, y nadie pasa; entra en su guarida, donde tiene sus cachorros, y depone toda su ferocidad. Así, pues, quien no ama a sus hijos, es peor que un león. Se trata de un amor humano, pero un amor lícito" (Sermón 349, 2).

Miembros del Resucitado

"Resucitó el Señor ileso e incorrupto de aquella gruta donde se había escondido de Saúl. Ocultándose a los impíos prefigurados por Saúl, sí se mostró a sus miembros. Los miembros del resucitado fueron tocados por sus propios miembros. Así fue, pues sus miembros, los apóstoles, tocaron al resucitado y creyeron" (Comentario al salmo 56, 4).

Elegid a quienes imitar

"En el dia de hoy, una vez celebrada la solemnidad de los misterios, se entremezclarán los bautizados y regenerados en Cristo con todo el pueblo de Dios.A ellos vamos a dirigir la palabra: a vosotros en ellos y a ellos en vosotros… Puesto que sois miembros de Cristo, he aquí mi exhortación. Escúchenme aquellos con quienes os vais a mezclar. Hoy temo por vosotros, no tanto por causa de los paganos, ni de los judíos, ni de los herejes, sino por causa de los malos católicos. Elegid vosotros a quiénes imitar de entre todo el pueblo de Dios; pues, si queréis imitar a la turba, os excluís de los pocos que caminan por la senda estrecha. Alejaos del robo, del fraude y del perjurio. ¡Lejos de vosotros el abismo de la borrachera! Temed a la fornicación como a la muerte; no la muerte que libera al alma del cuerpo, sino aquella que hará que el alma arda por siempre con el cuerpo" (Sermón 224).

Muertos con Cristo

"Por razón de esta fe, esperanza y caridad, con que empezamos a estar bajo la gracia, estamos ya muertos con Cristo y sepultados en El, por el bautismo, según dice el Apóstol: porque nuestro hombre viejo ha sido crucificado juntamente con él; y hemos resucitado con él porque juntamente nos resucitó y juntamente nos hizo sentar en los cielos. De ahí procede aquella exhortación: Gustad las cosas de arriba, no las de la tierra… Mientras vivimos en esta esperanza, el cuerpo ha muerto por el pecado; pero el espíritu es vida por la justicia. Pero fíjate en lo que sigue: Y si el Espíritu, que resucitó a Jesús de entre los muertos, habita en vosotros, quien resucitó a Cristo de entre los muertos vivificará vuestros cuerpos mortales por su Espíritu, que en nosotros habita. Eso es lo que espera para el fin de los tiempos la Iglesia universal, que se encuentra en la peregrinación de la mortalidad; eso es lo que se le dio a entender de antemano en el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo, que es el primogénito de los muertos, ya que su cuerpo, del que El es cabeza, no es otro que la Iglesia" (Carta 55, 2, 3).

Cristo está Necesitado

Demos de comer en esta tierra a Cristo hambriento, démosle de beber cuando tenga sed, vistámosle si está desnudo, acojámosle si es peregrino, visitémosle si está enfermo. Son necesidades del viaje. Así hemos de vivir en esta peregrinación, donde Cristo está necesitado. Personalmente está lleno, pero tiene necesidad en los suyos. Quien está lleno personalmente, pero necesitado en los suyos, lleva a sí a los necesitados. Allí no habrá hambre, ni sed, ni desnudez, ni enfermedad, ni peregrinación, ni fatiga, ni dolor. No sé lo que habrá allí, pero sé que estas cosas no existirán. Estas cosas que no existirán allí las conozco; pero lo que vamos a encontrar ni el ojo lo vio, ni el oído lo oyó, ni subió a corazón de hombre" (Sermón 236, 3).

El Día de la Resurrección

"Pero, en el día de la resurrección, el gozo de los buenos será mayor, y los tormentos de los malos serán más terribles cuando sean atormentados juntamente con sus cuerpos. En las moradas de la paz fueron recibidos los santos patriarcas, los profetas, los apóstoles, los mártires, los fieles buenos; pero todos recibirán aún, en el último día, lo que Dios les ha prometido: la resurrección de la carne, la destrucción de la muerte, la vida eterna en compañía de los ángeles. Todo esto lo hemos de recibir todos a la vez, porque el descanso que se da en el punto de la muerte a quien de él se ha hecho digno, se da a cada uno cuando muere" (Comentario a Juan 49, 10).

Levántate Perezoso

"No se te dice: Suda trabajando en la búsqueda del camino por el que llegues a la verdad y a la vida; no se te dice eso. Levántate, perezoso: el camino mismo ha venido a tu encuentro y te despertó del sueño a ti que estabas dormido (si es que te despertó): Levántate y anda. Tal vez hagas esfuerzos para andar y no puedas, porque te duelen los pies. ¿Por qué te duelen? ¿Es, por ventura, porque anduvieron caminos difíciles bajo el tiránico imperio de la avaricia? Pero también el Verbo de Dios sanó a los cojos. Yo tengo los pies sanos, dices tú: lo que no veo es el camino. También el Verbo de Dios dio vista a los ciegos" (Comentario a Juan 34, 9).