El Justo

"A continuación observad, hermanos, cuándo no haga el justo la voluntad de Dios. Siempre la hace, y vive según su voluntad. La voluntad de Dios no se aparta de su corazón, porque la voluntad de Dios es la misma ley de Dios" (Comentario al Salmo 36, s.3, 5).

Mírate y actúa

"Estemos descontentos con nosotros mismos cuando pecamos, ya que a Dios no le agradan los pecados. Pero ya que no podemos estar sin pecado, seamos al menos semejantes a Dios sintiendo desagrado por aquello que le desagrada. De alguna manera te adhieres a la voluntad de Dios si te desagrada aquello que odia el que te creó. Dios es tu hacedor; mírate a ti mismo y destruye en ti lo que no salió de sus manos" (Sermón 19,4).

Pon tu esperanza en Él

"Es manso y humilde quien no ofrece resistencia a la voluntad de Dios, cuyo yugo es ligero y cuya carga es leve, pero sólo para quienes creen en él, ponen su esperanza en él y le aman" (Sermón 157, 2).

Ser paraíso para Dios

"¿De qué otra forma se puede entender Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo? Todos los santos patriarcas, todos los profetas, apóstoles, todas las personas espirituales son para Dios como el cielo; nosotros, en cambio, en comparación con ellos, somos tierra" (Sermón 57, 6).

Dios se nos mostrará

"Respondamos al Señor y digámosle: ¿Es eso mucho, Señor Dios nuestro, es eso mucho? ¿Que tú mismo te nos vas a mostrar? ¿Y esto qué es? ¿No te mostraste a los judíos? ¿No te vieron los que te crucificaron? Te harás visible en el juicio, cuando estemos a tu derecha; pero ¿es que los que están a la izquierda no te verán también? ¿Qué significa que tú mismo te nos mostrarás? ¿Pues ahora, cuando hablas, no te estamos viendo? Respuesta del Señor: yo mismo me mostraré en la forma de Dios; ahora sólo me veis en la forma de esclavo" (Comentario a Juan 21, 15).

El Señor está siempre contigo

   "El Señor está siempre contigo, carece de tiempo, le tienes día y noche. Sé recto de corazón, y siempre te regocijarás en El. El regocijo del mundo no es verdadero" (Comentario al salmo 96, 19).

Dios habla al corazón

"Ya os dais cuenta de qué manera manda Dios, no con palabras, sino inspirando al corazón... Dios habla al corazón con medios admirables. Vemos que Dios mandó hablando al corazón, sugiriendo a la mujer viuda lo que era necesario y persuadiéndole de aquello que era útil. De manera semejante leemos en los profetas que Dios ordenó al gusano roer la raíz de la calabaza. ¿Qué significa ordenó, sino preparó el corazón? De este modo, con la inspiración del Señor tenía preparado el corazón aquella viuda para obedecer" (Sermón 11, 2).

Ama a Dios como es Él

"Dios quiere hacerte a ti semejante a él, y tú te empeñas en hacer a Dios semejante a ti. Que te agrade Dios a ti como es y no como tú quieres que él sea. Tú eres perverso y quieres un Dios tal como tú eres, no tal como Él es. Si te agrada como es, te corregirás y dirigirás tu corazón a esa regla, de la cual ahora eres extraño y torcido. Que te agrade Dios como es, ámale como es. El no te ama como eres, sino que te odia como eres. Se compadece de ti porque te odia como eres, para hacerte como aún no eres. Que te haga Dios, digo, como aún no eres. Todavía no te promete que te hará como Él es. Serás como Él es, pero de cierto modo, esto es, imitador de Dios, como su imagen, pero tampoco como la imagen que es su Hijo" (Sermón 9,9).

No amemos los pasajero

"De esta forma, hermanos, si queréis estar preparados para cumplir la voluntad de Dios -cosa que os recomiendo y que me recomiendo primeramente a mí mismo; más aún, nos lo recomienda a todos quien habla con seguridad-, si queremos estar dispuestos a cumplir la voluntad de Dios, no amemos lo pasajero de esta vida, no pensemos que es felicidad lo que así se denomina en este mundo" (Sermón 32,18).

Sirve con libertad a Dios

"Si la enseñanza apostólica ordena al siervo que sirva al hombre, su señor, no como forzado, sino de buen grado, y sirviéndole con agrado experimente en sí la libertad del corazón, ¿cuánto más ha de servirse con entera y absoluta libertad a Dios, que ve tu misma voluntad?" (Comentario al salmo 70, 1, 2).

La Palabra Divina es saludable

"Toda palabra divina es saludable para quienes la entienden bien, y perjudicial para los que pretenden, según la perversidad de su corazón, torcerla antes que corregir su corazón conforme a la rectitud de ella. Esta es una costumbre de los hombres de inigualada perversidad, puesto que, debiendo vivir conforme a la voluntad de Dios, quieren que Dios viva según la suya. Y, no queriendo corregirse, pretenden hacer depravado a Dios, pensando que no es recto lo que Dios quiere, sino lo que ellos desean" (Comentario al salmo 48, 1, 1).

Que cada uno viva para Cristo

"El, siendo igual al Padre por la forma de Dios, nos advierte que hace la voluntad del Padre y no la suya en esa forma de siervo, que tomó por nosotros. ¿Cuánto más deberemos nosotros, desdeñando esa voluntad propia y privada por la que nos entenebrecimos, acercarnos a esa luz común, para que seamos iluminados y nuestro rostro no se ruborice, pues ilumina a todo hombre que viene a este mundo, para que nuestra alma viva para El? Que cada uno no viva para sí, sino para Cristo; no haciendo la voluntad propia, sino la de El y permaneciendo en su caridad, como El hizo la voluntad del Padre y permanece en su caridad " (Carta 140, 68).

Creer al que promete

"Pero será bendecida la generación de los justos, es decir, las obras de quienes, siendo rectos de corazón, su bien es el Dios de Israel. La rectitud de corazón consiste en no oponerse al Padre, que corrige, y en creer al que promete. Esta rectitud no la poseen aquellos que se resbalan, tambalean y caen... Por el contrario, el varón que teme a Dios y por la conversión de su recto corazón se acomoda a los santos designios del Señor, no busca la gloria de los hombres ni anhela las riquezas mundanas; y, sin embargo, su casa se llena de gloria y de riquezas. Su casa es su corazón, en donde, alabando a Dios, habita en más opulencia, con la esperanza de la vida eterna, que alabando a los hombres en techos y artesonados de mármol, con el temor de la muerte eterna" (Comentario al salmo 111, 3).

Ser su madre

"Si recordáis su palabra, como debéis recordarla, también vosotros sois madres suyas, porque hacéis la voluntad de su Padre" (Sermón 192,2).

Hagamos lo que quiere la Trinidad

 "Dice el Hijo único: No busco mi voluntad; ¿y quieren los hombres hacer la suya propia? Él, que es igual al Padre, se humilla hasta el extremo, ¿y se ensalza tan sin medida quien yace en el profundo y que, si no se le da la mano, no se puede levantar? Hagamos, pues, la voluntad del Padre, y la voluntad del Hijo, y la voluntad del Espíritu Santo" (Comentario al evangelio de Juan 22,15).

Déjate Curar


"¿Quiénes son los rectos de corazón? Ea, hermanos míos, continuamente lo estoy diciendo, y bueno es que lo sepáis. ¿Quiénes son los rectos de corazón? Quienes no atribuyen al acaso las cosas que soportan en la vida para medicina suya, sino al propósito de Dios; ni presumen de su propia justicia, pensando que sufren injustamente lo que sufren; ni creen que Dios es injusto porque padecen menos los que pecan más. Ved, hermanos, que os he dicho muchas veces estas cosas... Tus pies resbalaron porque envidiaste a los pecadores viendo su paz. Déjate curar. El, que conoce la herida, sabe lo que hace. Que otro no es sajado, ¿y qué, si se desespera de él? ¿Y si tú eres sajado porque no se desespera de ti? Luego soporta cuanto sufres con recto corazón. Dios conoce lo que te da y lo que te quita. Lo que te da, que te sirva de alivio, no de ruina o destrucción; y lo que te quita, que te sirva de resignación, no de desesperación. Si maldices, Dios te desagrada y te agradas a ti; entonces serás de corazón perverso y torcido, y esto es peor, porque quieres dirigir el corazón de Dios hacia el tuyo para que haga lo que tú quieres, siendo así que tú debes hacer lo que El quiere. ¿Qué? ¿Pretendes inclinar el corazón de Dios, que siempre es recto, a la perversidad del tuyo? ¡Cuánto mejor te sería encauzar tu corazón hacia la justicia de Dios!" (Comentario al salmo 63, 18).

Cumplamos sus preceptos por amor


"En la tercera petición decimos: Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. ¿Qué quiere decir esto? Como los ángeles te sirven en el cielo, así te sirvamos nosotros también en la tierra. Sus santos ángeles, en efecto, le obedecen, no le ofenden; cumplen sus preceptos por amor a él. Esto es lo que pedimos: que también nosotros cumplamos sus preceptos por amor" (Sermón 59, 5).

La Voluntad de Dios es recta

"Los hombres estaban torcidos; se hallaban extraviados; querían gobernarse a sí mismos; se amaban, amaban sus malas acciones; no sometían su voluntad a la de Dios, sino que pretendían inclinar la de Dios a sus concupiscencias. Se aíra el pecador y el inicuo contra Dios porque no llueve, y no quiere que Dios se enoje contra él porque resbala y cae. La ocupación casi cotidiana de los hombres es altercar contra Dios... La voluntad de Dios es recta, la tuya torcida; te parece torcida la de Dios porque tú no puedes ajustarte a Él. Encáuzate en ella y no intentes torcerla hacia ti. En vano lo intentarás, pues no podrás. Ella siempre es recta. ¿Quieres unirte a ella? Corrígete" (Comentario al salmo 44, 17).


Conviértete al querer de Dios

"¿Quieres ser injusto haciendo a Dios también injusto? ¿Por qué intentas atraer a Dios a tu querer? Conviértete tú al querer de Dios. ¿Y quién es el que hace esto? Aquel que pertenece al número de los pocos de quien se dice: Quien perseverase hasta el fin, éste se salvará" (Comentario al salmo 60, 9).


Que en nada te desagrade Dios




"Si queréis que la alabanza sea digna en vuestros labios, sed también vosotros hombres de corazón recto. Y si queréis ser de recto corazón, que en nada os desagrade Dios. Porque, una de dos: o entendéis la razón por la que Dios obró así, y viendo la razón no le censuráis; o, si no entiendes la razón del obrar de Dios, sábete que él actúa de manera que no pueda desagradar a nadie" (Sermón 15A, 7).

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