"Habla de la misma caridad y la recomienda. Por tanto, quien posea la caridad fraterna y la posea ante Dios, donde él ve, e interrogado su corazón con examen imparcial no le responda otra cosa sino que en él existe la raíz auténtica de la caridad de la que brotan los buenos frutos, tiene confianza ante Dios. Ése recibirá de Él todo lo que le pida, porque guarda sus mandamientos" (Comentario a la carta de Juan 6, 4).