Dos Nacimientos

"Mira, estaba aquí y estaba en el cielo. Estaba aquí por su carne y por su divinidad, estaba en el cielo; mejor dicho, por su divinidad estaba en todas las partes. Nace de la madre sin que se aleje del Padre. Conocemos dos nacimientos de Cristo: uno divino, otro humano; uno por el que nos creó, y otro por el que nos recreó. Los dos son admirables; aquel sin madre y este sin padre... ¡Ea, hermanos! Dios ha  querido ser hijo del hombre y ha querido también que los hombres sean hijos de Dios. Por nosotros bajó El mismo, subamos nosotros por El. Sólo subió y bajó el que dice: Nadie subió al cielo sino quien descendió del cielo. ¿No subirán al cielo los que son hechos hijos de Dios? Subirán sin duda; tenemos esta promesa: Serán como los ángeles de Dios. ¿Cómo, pues, no sube sino el que baja? Porque no hay más que uno solo que sube y baja. ¿Qué pensar de los demás sino que serán sus miembros, para que sea uno el que sube?"
Comentario al evangelio de Juan 12, 8.

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