(Sermón 263, 1).
Celebramos su ascensión
“La glorificación del Señor llegó a su término con su resurrección y ascensión. Su resurrección la celebramos el domingo de Pascua; su ascensión, ahora. Uno y otro son días de fiesta para nosotros, pues resucitó para dejarnos una prueba de la resurrección, y ascendió para protegernos desde lo alto. Tenemos, pues, como Señor y Salvador nuestro a Jesucristo, que primero pendió del madero y ahora está sentado en el cielo. Cuando pendía del madero, entregó el precio por nosotros; sentado en el cielo, reúne lo que compró”
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