La muerte fue absorvida

“Porque la vida muerta mató a la muerte; la plenitud de la vida se tragó la muerte: la muerte fue absorbida por el cuerpo de Cristo. Así lo diremos nosotros en la resurrección, cuando ya en el triunfo cantemos: ¿Dónde está, ¡oh muerte!, tu poder? ¿Dónde está, ¡oh muerte!, tu aguijón? Ahora, entre tanto, hermanos, para que sanemos de los pecados, miremos a Cristo crucificado; porque así como Moisés levantó, dice, la serpiente en el desierto, así conviene que sea levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en El no perezca, sino que tenga la vida eterna. Como los que miraban aquella serpiente no morían de sus mordeduras, así los que miran con fe la muerte de Cristo quedan sanos de las mordeduras de los pecados. Pero aquéllos se libraban de la muerte para vivir vida temporal, mas aquí se dice que para que vivan vida eterna”
(Comentario a Juan 12, 11).

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