"Tú tienes tu alimento, y el dragón el suyo. Si vives bien, tendrás por alimento a Cristo; pero, si te apartas de Cristo, serás alimento del dragón. Todos esperan de ti, Señor, que les des el alimento a su debido tiempo. ¿Qué se dijo al dragón? Comerás la tierra. Al dragón se le dijo: Comerás la tierra todos los días de tu vida. Oíste cuál es el alimento del dragón.¿No quieres que Dios te entregue para ser comido por el dragón? No seas alimento del dragón, es decir, no abandones la Palabra de Dios"
(Comentario al salmo 103, IV, 11).
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