Nadie es Justo

"Cuando llegue el juicio no te sitúes a mi lado exigiéndome todo lo que mandaste, pidiéndome cuentas de todo lo que ordenaste, pues si entras en juicio conmigo me verás convertido en reo. Necesito, por tanto, tu misericordia antes que tu juicio impecable. ¿Por qué, pues: No entres en juicio con tu siervo? Lo dice a continuación: Porque ningún viviente será hallado justo en tu presencia. Siervo soy; ¿por qué has de entrar en juicio conmigo? Me refugiaré en la misericordia del Señor. ¿Por qué? Porque ningún viviente será hallado justo en tu presencia. ¿Qué acaba de decir? Mientras se encuentra en esta vida nadie es justo, pero ante la presencia de Dios. Sí añadió: en tu presencia, no fue en vano, pues ante los hombres alguien puede ser justo cumpliéndose aquello: Yo que, según la justicia de la ley, viví irreprochablemente ante los hombres. Ponte ahora ante la presencia de Dios: Ningún viviente será hallado justo en tu presencia" 
(Sermón 170, 6).    

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