Vestirnos del hombre nuevo

"Como estos vicios pertenecen a la vida antigua y al hombre viejo, del que debemos desnudarnos para vestirnos del nuevo, rectamente se dijo envejecí. En medio de todos mis enemigos: o dice que envejeció entre todos estos vicios o entre los hombres que no quieren volverse a Dios, porque éstos, aunque agraden, aunque perdonen, aunque se hallen en los mismos convites, casas y ciudades, sin haber de por medio reyerta alguna, y tengan conversaciones frecuentes y hasta cordiales, sin embargo, por la intención contraria son enemigos de aquellos que se vuelven a Dios... Muchas veces, encauzada la mente a caminar hacia Dios, agitada, trepida en el mismo camino, y por esto las más de las veces no lleva a cabo el propósito bueno por no ofender a aquellos con quienes vive y que aman y persiguen otros bienes caducos y perecederos" 
(Comentario al Salmo 6, 9).

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