(Sermón 65, 5).
El evangelio es vida
"Y sólo un alma impía puede contradecir al Evangelio. Pero aquí aparece y me viene a las mientes lo que diré. Sólo un alma muerta puede contradecir la vida. El Evangelio es vida, y la impiedad o infidelidad es la muerte del alma. He ahí cómo puede morir, aun siendo inmortal. Pues ¿cómo es inmortal? Porque siempre hay una vida que en ella nunca se extingue. ¿Y cómo muere? No dejando de ser vida, sino perdiendo la vida. Porque el alma es vida para otro elemento y ella misma tiene su vida"
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