Las dos alas de la oración

“¡Con qué celeridad se reciben en el cielo las oraciones de los que obran bien! Y esta bondad del hombre en la vida presente es el ayuno, la limosna, la plegaria. ¿Quieres que tu oración vuele a Dios? Dótala de dos alas: del ayuno y de la limosna. Nos encuentre el Señor aparejados de este modo para que la luz y la verdad de Dios nos hallen llenos de confianza cuando venga a librarnos de la muerte el que ya vino a padecer la muerte por nosotros" (Comentario al salmo 42, 8).

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