Agradó a Dios su disposición de dar testimonio de Cristo, a pesar de ser un hombre de gracia tan elevada que podía pasar por ser el Cristo… Por esta razón, el día a punto de llegar mandó delante la lámpara. Envió por delante a los corazones de los fieles la lámpara para confundir los corazones de los infieles. He preparado, dijo, una lámpara para mi Cristo. Dios Padre, hablando por boca del profeta, dijo: He preparado una lámpara para mi Cristo: Juan, pregonero del Salvador; precursor del juez que está para llegar; amigo del futuro esposo. He preparado, dijo, una lámpara a mi Cristo. ¿Por qué la has preparado? Llenaré de confusión a sus enemigos; mas sobre él florecerá mi santificación"
(Sermón 293, 4)
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