"Le respondieron: —Entonces, ¿quién eres tú? —Yo soy, dijo, la voz del que clama en el desierto: «Preparad los caminos al Señor.» La voz que clama en el desierto, la voz del que rompe el silencio. Preparad los caminos al Señor; como si dijera: 'mi sonido va dirigido a hacer que él entre en los corazones; pero no se dignará venir al lugar donde yo quiero introducirlo a no ser que le preparéis el camino'. ¿Qué significa: 'Preparad el camino', sino: 'suplicad lo que es debido'? ¿Qué significa Preparad el camino, sino: tened pensamientos de humildad? Recibid de él el ejemplo de humildad”
(Sermón 293, 3).
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