Te será mejor escuchar a Juan, ¡oh hereje!; te será mejor retornar y escuchar al Precursor; mejor es para ti, ¡oh soberbio!, escuchar al humilde; mejor para ti, ¡oh lámpara apagada! escuchar a la lámpara encendida. Escucha a Juan. A los que se acercaban a él les decía: Yo os bautizo con agua. También tú, si te conoces, eres ministro del agua. Yo, dijo, os bautizo con agua; pero el que ha de venir es mayor que yo. ¿En qué medida? No soy digno de desatar la correa de su calzado. ¡Cuánto no se habría humillado aunque se hubiese declarado digno de tal cosa! Pero ni siquiera se consideró digno de desatar la correa de su calzado. El es quien bautiza en el Espíritu Santo. ¿Por qué suplantas la persona de Cristo? El es quien bautiza en el Espíritu Santo
(Sermón 292, 8).
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