(Sermón 255, 6).
Dios es suficiente
“Llegaremos, pues, entonces y gozaremos de esa única cosa, pero ella será todo para nosotros. ¿Qué dije, hermanos, cuando comencé a hablar? ¿En qué consiste esa excelente cosa que poseeremos cuando no tengamos necesidad de nada? ¿Qué es eso que poseeremos? Me había propuesto decir lo que Dios nos dará a nosotros que no dará a los otros. Desaparezca el impío para que no vea la claridad de Dios. Así, pues, Dios nos dará su claridad para que gocemos de ella; ésta es la razón por la que desaparecerá el impío: para que no vea la claridad de Dios. Todo lo que tendremos se reducirá a Dios. Avaro, ¿qué esperabas recibir? ¿Qué pide a Dios quien no tiene suficiente con Dios?”
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