(Comentario a Juan 116, 1).
Tejieron una corona de espinas
“Dice a continuación lo que hicieron los soldados, mas no dice que Pilato lo mandara. Dice: Y los soldados, tejiendo una corona de espinas, la pusieron sobre su cabeza y le envolvieron en un manto de púrpura. Y se llegaban a Él y decían: salve rey de los judíos, y le daban de bofetadas. De este modo se cumplía lo que de sí había predicho Cristo; así se informaban los mártires para sufrir cuanto fuese del agrado de sus perseguidores; así, ocultado por breve tiempo su tremendo poder, recomendaba la imitación de su paciencia; así el reino que no era de este mundo vencía al mundo soberbio, no con la atrocidad de la lucha, sino con la humildad del sufrimiento, así aquel grano que había de ser multiplicado, era sembrado entre tanta contumelia para florecer con gloria admirable”
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