(Sermón 52, 13).

"La voz que dirigimos a Dios es el afecto"
San Agustín
San Agustín
Centro de Espiritualidad Agustiniana
Monasterio de Santa María de la Vid
El Padre resucitó al Hijo
"Veamos, en efecto, que es el Hijo quien resucita, no el Padre; pero la resurrección del Hijo es obra del Padre y del Hijo. Obra del Padre: Por esto lo exaltó y le dio un nombre sobre todo nombre. Resucitó, por tanto, el Padre al Hijo, exaltándole y levantándole de entre los muertos. Y el Hijo, ¿se resucitó acaso a sí mismo? Sí, en efecto. Aludiendo a su cuerpo, dijo del templo: Destruid este templo y en tres días lo levantaré de nuevo. Finalmente, dado que en la pasión está incluido el dar la vida, así también en la resurrección el volver a tomarla; veamos, pues, si el Hijo dio su vida efectivamente y se la devolvió al Padre, mas no Él a sí mismo. Que se la devolvió al Padre, es cosa manifiesta. Refiriéndose a ello, dice el salmo: Resucítame y les daré su merecido. ¿Por qué esperáis que diga yo que también el Hijo devolvió la vida? Que lo diga Él mismo: Tengo poder para dar mi vida"
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