“Que existe la resurrección de los muertos, ya lo he tratado; así lo creemos, así debemos creerlo, y así hablamos, porque así hemos creído, si es que somos cristianos, al contemplar la potencia del brazo del Señor, que humilla por doquier la soberbia de los pueblos y edifica esta fe por el orbe de la tierra con tanta amplitud cuanta se había prometido antes de ser una realidad. Viendo esto, se nos estimula a creer lo que aún no hemos visto para recibir la visión misma como recompensa de la fe. Siendo, pues, evidente para nuestra fe que existe la resurrección de los muertos, y tan evidente que quien lo dude comete una gran imprudencia al llamarse cristiano”
(Sermón 362, 6).
No hay comentarios:
Publicar un comentario