“Se poseerá otra salud; otra es la que se espera, y por eso los mártires se mantenían firmísimos en la fe, puesto que despreciaron lo que tenían para recibir lo que esperaban. Hay salud y salud; una la conocían y en la otra creían; una la veían, otra no la veían. ¡Qué fe, amadísimos, qué fe! Desprecia lo que ves; llegará lo que crees”
(Sermón 396 D).
No hay comentarios:
Publicar un comentario