(Sermón 256, 3).
Canta y Camina
“Pero cantemos nosotros y los demás el aleluya aún aquí, en medio de peligros y tentaciones. Fiel es Dios, que no permitirá que seáis tentados por encima de vuestras fuerzas. Por tanto, cantemos también aquí elaleluya… ¡Dichoso Aleluya aquel! ¡En paz y sin enemigo alguno! Allí ni habrá enemigo ni perecerá el amigo. Se alaba a Dios aquí y allí; pero aquí lo alaban llenos de preocupación, allí con seguridad plena; aquí quienes han de morir, allí quienes vivirán por siempre; aquí en esperanza, allí en realidad; aquí de viaje, allí ya en la patria. Ahora, por tanto, hermanos míos, cantémoslo, pero como solaz en el trabajo, no como deleite del descanso. Canta como suelen cantar los viandantes; canta, pero camina; consuela con el canto tu trabajo, no ames la pereza: canta y camina. ¿Qué significa “camina”? Avanza, avanza en el bien. Según el Apóstol, hay algunos que avanzan para peor. Tú, si avanzas, caminas; pero avanza en el bien, en la recta fe, en las buenas obras: canta y camina. No te salgas del camino, no te vuelvas atrás, no te quedes parado”
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