Te he buscado

“Te he buscado según mis fuerzas y en la medida que tú me hiciste poder, y anhelé ver con mi inteligencia lo que creía mi fe, y disputé y me afané en demasía. Señor y Dios mío, mi única esperanza, óyeme para que no sucumba al desaliento y deje de buscarte: ansié siempre tu rostro con ardor. 

Dame fuerzas para la búsqueda, tú que hiciste que te encontrara y me has dado esperanzas  de un conocimiento más perfecto. 

Ante ti está mi firmeza y mi debilidad; 
sana esta, conserva aquella. 
Ante ti está mi ciencia y mi ignorancia; 
si me abres, recibe al que entra; 
si me cierras, abre al que llama. 
Haz que me acuerde de ti, te comprenda y te ame. 
Acrecienta en mí estos dones hasta mi reforma completa” 
                               (La Trinidad 15, 28, 51). 

No hay comentarios:

Publicar un comentario