(Sermón 265 A, 1).
Gocemos en Él
“Hoy ha brillado el día santo y solemne de la ascensión de nuestro Señor Jesucristo: exultemos y gocémonos en Él. Al descender Cristo, los infiernos se abrieron; al ascender, se iluminaron los cielos. Cristo está en el madero: insúltenle los furiosos; Cristo está en el sepulcro: mientan los guardias; Cristo está en el infierno: sean visitados los que descansan; Cristo está en el cielo: crean todos los pueblos. Él, pues, debe ser el tema de nuestro sermón, puesto que es quien nos otorga la salvación. No os hablamos de ningún otro sino de aquel que ahora nos hablaba en el evangelio a todos nosotros y que a punto de ascender al Padre decía a sus discípulos: Esto es lo que os he dicho cuando estaba con vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu de verdad que el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os traerá a la memoria cuanto os he dicho. No se turbe ni tema vuestro corazón. Oísteis que os dije: Voy a mi Padre, porque el Padre es mayor que yo”
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