(Comentario a la Carta de Juan 10,9)

"Añadamos a nuestras oraciones la limosna y el ayuno,
cual alas de la piedad"
San Agustín
cual alas de la piedad"
San Agustín
Centro de Espiritualidad Agustiniana
Monasterio de Santa María de la Vid
Permanezco en la tierra
“Para que nadie errase adorando su cabeza en el cielo y pisando sus pies en la tierra, indicó dónde quedaban sus miembros. Estando para subir a los cielos pronunció las últimas palabras, después de las cuales ya no habló más en la tierra. Estando la Cabeza para subir a los cielos recomendó sus miembros en la tierra y se apartó. Ya no encuentras a Cristo hablando en la tierra; le encuentras hablando, sí, pero desde el cielo. ¿Y por qué desde el cielo? Porque eran pisados sus miembros en la tierra. Desde el cielo dijo al perseguidor Saulo: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Subí al cielo, pero aun permanezco en la tierra. Allí estoy sentado a la derecha del Padre, aquí aun tengo hambre y sed; soy peregrino… Subo como cabeza, pero queda mi cuerpo en la tierra. ¿En dónde queda? Por toda la tierra. Guárdate de herirle, evita violarle, atiende a no pisarle”
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