Permanezco en la tierra

“Para que nadie errase adorando su cabeza en el cielo y pisando sus pies en la tierra, indicó dónde quedaban sus miembros. Estando para subir a los cielos pronunció las últimas palabras, después de las cuales ya no habló más en la tierra. Estando la Cabeza para subir a los cielos recomendó sus miembros en la tierra y se apartó. Ya no encuentras a Cristo hablando en la tierra; le encuentras hablando, sí, pero desde el cielo. ¿Y por qué desde el cielo? Porque eran pisados sus miembros en la tierra. Desde el cielo dijo al perseguidor Saulo: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Subí al cielo, pero aun permanezco en la tierra. Allí estoy sentado a la derecha del Padre, aquí aun tengo hambre y sed; soy peregrino… Subo como cabeza, pero queda mi cuerpo en la tierra. ¿En dónde queda? Por toda la tierra. Guárdate de herirle, evita violarle, atiende a no pisarle” 
(Comentario a la Carta de Juan 10,9)

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