(Carta 55,3,5).
Nuestra Pascua es Cristo
“Porque ya se ha realizado en nosotros la resurrección por la fe, esperanza y caridad, según las primicias del Espíritu. Pero la esperanza que se ve no es esperanza; por lo tanto, aguardamos por la paciencia lo que esperamos y no vemos. Aguardándola, gemimos dentro de nosotros mismos. Por eso se dijo: Gozándonos en esperanza, sufriendo en tribulación. Esta renovación de nuestro vivir es un cierto tránsito de la muerte a la vida, tránsito que se realiza primero por la fe, para que nos gocemos en la esperanza y seamos pacientes en la tribulación, mientras nuestro hombre exterior se sigue corrompiendo, en oposición al interior que se renueva de día en día. Ese es el principio de nuestro vivir, el hombre nuevo de que se nos manda revestir, al tiempo que nos desnudamos del viejo. Así nos limpiamos de la vieja levadura, para ser nuevas aspersión, porque nuestra pascua es Cristo, que se nos ha inmolado”
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