(Sermón 265 C, 2).
Levantemos el corazón
“Levantemos el corazón. Piensa en Cristo sentado a la derecha del Padre; piensa en que ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Piénselo la fe; la fe radica en la mente, la fe está en los cimientos del corazón. Mira quién murió por ti; míralo cuando asciende y ámalo cuando sufre; míralo ascender y aférralo en su muerte. Tiene una prenda de tan gran promesa, hecha por Cristo: lo que Él ha hecho hoy, su ascensión es una promesa para ti. Debemos tener la esperanza de que nosotros resucitaremos y ascenderemos al reino de Dios, y allí hemos de estar por siempre con Él, hemos de vivir sin fin, alegrarnos sin tristeza y permanecer sin molestia alguna”
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