Beber - El signo de la tercera semana

 El agua es la vida. Más de la mitad de nuestro cuerpo es agua y sin ella no sobreviviríamos ni una semana. Y sin embargo, para muchos de nosotros - sobre todo en el norte - es algo tan fácil de tener, tan cercano, que perdemos la atención a su importancia.

La experiencia de la sed nos recuerda lo que necesitamos el agua. Y es una experiencia que nos va haciendo perder el control de nuestra humanidad. Cuando falta el agua la mente razona peor y llega a ver visiones, nuestro organismo se atrofia y dejamos de comportarnos como querríamos. Cuando encontramos la fuente del agua, la vida regresa.
El bautismo es la fuente de un agua y una vida renovada en el Espíritu, la que nos da la nueva identidad y dignidad de hijos de Dios. La fuente a la que beber este agua es el mismo Cristo.

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