Los crucificados de la historia

Hay muchas palabras de Jesús que impresionan. Pero como siempre impresionan más los silencios. De chaval una vez me dijeron que en la cruz de Jesús donde está la Palabra y el silencio locuaz de Dios existía el reverso y que ese estaba ahí para subir y ayudar a desclavar a los crucificados de la historia. Me impresionó y quise apuntarme. Confieso que no lo he logrado pero me sigue impresionando y me invito e invito a intentar desclavar tantos rostros, tantos hermanos… para ello evidentemente no hace falta ser religioso ni sacerdote, pero este ser ayuda a intentarlo. Doy fe.



Otra palabra a escuchar de Jesús es: “no tires piedras”. Yo no he roto muchas farolas, y solo recuerdo haber participado ocasionalmente en unas pandillas de esas de puños, piedras y descalabros. Pero fue suficiente para pensar en la angustia y en la liberación del Señor Jesús sobre la delicada mujer que iba a ser apedreada. Me conmovió. Y quiero y quise estar en el bando de los que no tiran piedras, ni juzgan, y se callan y escriben en el suelo, y miran a los ojos y quieren, porque al hombre hay que quererle. Eso me llevó a estudiar y a acercarme a esos mundos. La familia de Agustín me lo pareció. Es un lugar donde no se tiran piedras, es más siempre hay un hermano que para las que vienen. Y aquí estoy parando y evitando tirar piedras o ponerlas en los caminos.

Fr. José Luis del Castillo

No hay comentarios:

Publicar un comentario