Me invita a salir de la mediocridad

Confieso que El ha sido y está siendo muy "elocuente" conmigo. Aunque no siempre le escucho, casi continuamente le oigo. Me ha hablado cada vez que el dolor, el limite, la enfermedad, el fracaso... han llamado a mi puerta ("estoy a tu puerta y llamo"). Llega para cambiar mis planes y llamarme al desprendimiento.
Me habla dentro, "dentro", en lo interior, y me invita a huir de la mediocridad, a no caer en el juicio y el chisme,  a quitarme el plomo de las alas, a orar mejor, a acudir al sacramento del perdón. 
La Vid es todavía el remanso donde El me habla: a la orilla del rio, a la sombra de las choperas, a los pies de la Virgen...
Me habló siempre por el superior. 

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