“Se elevó tu majestad sobre los cielos, puesto que tu majestad excede a la elocuencia de todas las santas Escrituras. Por la boca de los niños y lactantes llevaste a cabo la alabanza para que comiencen por la fe de la Escritura quienes desean llegar al conocimiento de tu majestad, la cual se elevó sobre la Escritura, porque traspasa y supera los elogios de todas las palabras humanas. Dios rebajó las Escrituras hasta la capacidad de los niños y lactantes, conforme se canta en otro salmo: Inclinó el cielo y descendió… Estos cielos ciertamente, es decir, estos libros, son obras de los dedos de Dios, puesto que fueron compuestos obrando el Espíritu Santo en sus santos, ya que quienes más bien atendieron a su propia gloria que a la salud de los hombres hablaron sin tener el Espíritu Santo, en quien se halla la sublime liberalidad de la misericordia de Dios"
(Comentario al Salmo 8,8).
No hay comentarios:
Publicar un comentario