La vida murió


"Al que desde la eternidad permanece igual al Padre, le hizo igual a nosotros por la mortalidad, otorgó forma de siervo al señor del mundo, de forma que el pan sintió hambre, la saciedad sed, la fortaleza se hizo débil, la salud fue herida y la vida murió. Y todo ello para saciar nuestra hambre, regar nuestra sequedad, consolar nuestra debilidad, extinguir la iniquidad e inflamar la caridad. El creador es creado, el señor sirve, el redentor es vencido, quien exalta es humillado, quien resucita muere: ¿hay mayor misericordia?"
(Sermón 207, 1).

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