La Escritura es santa


“La Escritura es santa, es veraz, es irreprensible. Toda Escritura divinamente inspirada es útil para enseñar, para argüir: útil para la exhortación, para la doctrina. De nada hay que acusar a la Escritura si, tal vez nosotros, no habiéndola entendido, nos desviamos en algo. Cuando la comprendemos, somos rectos; cuando, no entendiéndola, somos malos, es porque la abandonamos a ella, que es recta. Aunque nosotros nos corrompamos, no la corrompemos a ella, que se mantiene recta, para que volvamos a ella para ser corregidos"
(Sermón 23,3).

No hay comentarios:

Publicar un comentario