(Comentario a Juan 47, 8).
Dios es la vida de tu alma
"Muere tu alma perdiendo su vida. Tu alma es la vida de tu cuerpo, y Dios es la vida de tu alma. Al modo que muere el cuerpo cuando pierde el alma, que es su vida, así muere el alma cuando pierde a Dios, que es su vida. Ciertamente el alma es inmortal, y de tal forma es inmortal, que vive aún estando muerta. Lo que dijo el Apóstol de la viuda que vivía en deleites, puede también decirse del alma que ha perdido a su Dios: que viviendo está muerta"
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