(Comentario a Juan 4, 10).
Juan bautizaba
“Esto acaeció en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba. Al día siguiente ve Juan a Jesús venir hacia él y dice: Mirad, es el Cordero de Dios, el que quita los pecados del mundo. Que nadie, pues, se atribuya y diga que él es el que quita los pecados del mundo. Fijaos ahora contra qué insolentes personas extendía Juan su dedo. No habían nacido todavía los herejes y ya se les señalaba con el dedo. Desde las riberas del Jordán levanta la voz (Juan) contra los mismos que la levanta hoy desde el evangelio. Jesús se le acerca, y ¿qué dice Juan? He aquí el Cordero de Dios. Si es cordero, es inocente. Juan es también cordero. Luego ¿es también inocente? Pero ¿quién es inocente? ¿Hasta dónde se extiende su inocencia?"
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