(Comentario a Juan 13, 5).
Dios es tu todo
"Ábranse los ojos para que vean la luz; ábranse las fauces del corazón para que beban de la fuente. Lo que bebes es lo mismo que lo que ves, es lo mismo que lo que entiendes. Dios es tu todo, es todas las cosas que amas. Si miras a las cosas visibles, ni el pan es Dios, ni el agua, ni la luz esta, ni el vestido, ni la casa; todas estas cosas son visibles y distintas unas de otras; ni el pan es el agua, ni el vestido es la casa, ni nada de esto es Dios; esto es visible. Dios es tu todo: si tienes hambres, es tu pan; y si tienes sed, es tu agua; y si estás en la oscuridad, es tu luz, que permanece siempre incorruptible; y si estás desnudo, será tu vestido de inmortalidad, cuando todo lo que es corruptible se vista de incorruptibilidad y lo que es mortal se vista de inmortalidad. De Dios todo se puede decir, pero es imposible decir nada de Él dignamente. Nada tan vasto como esta pobreza. Quieres buscar un nombre que le cuadre, y no lo hallas; y quieres decir de Él cualquier cosa, y todos los nombres sirven"
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