(Comentario a Juan 4, 7).
Eres tu Elías
"Y le preguntaron: ¿Qué eres, pues? ¿Eres tú Elías? No, es la contestación. Entonces le hacen otra pregunta: ¿Eres el profeta? No, vuelve a repetir. ¿Quién eres tú, siguen preguntándole, para dar una respuesta a quienes nos han enviado? Dinos algo de tu persona. Yo, dice, soy la voz del que clama en el desierto. Estas son palabras de Isaías. Esta profecía: Yo soy la voz del que clama en el desierto, se cumplió en Juan. ¿Qué clama? Enderezad los caminos del Señor, haced restas las sendas de nuestro Dios. ¿No os parece que el heraldo debe decir: Retiraos, dejar expedito el camino? A pesar de que el heraldo debe decir: Retiraos, dice Juan en cambio: Venid. El heraldo aleja del juez, mientras que Juan invita a que se acerquen a Él. Juan invita a que se acerquen al humilde para no experimentarle juez excelso. Yo soy la voz del que clama en el desierto: enderezad los caminos del Señor, haced rectas las sendas de nuestro Dios. No dice: Yo soy Juan, yo soy Elías, yo soy un profeta. ¿Qué dice? Yo me llamo la voz del que clama en el desierto: Enderezad los caminos del Señor"
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