Su gozo nos hace dichosos

"No, hermanos, la felicidad de Dios no era menor sin nosotros ni recibe aumento de nosotros. Pero ese gozo suyo de nuestra salvación, que Él tuvo siempre desde que nos previó y predestinó, comenzó a estar en nosotros cuando nos llamó; y con razón llamamos nuestro a este gozo, que nos ha de hacer dichosos a nosotros, y este gozo nuestro crece y se va perfeccionando hasta llegar a su perfección con la perseverancia. Se incoa con la fe de los que renacen y se colma con el premio de los que resucitan. Aquí creo hallar la explicación de estas palabras: Os he dicho estas cosas para que mi gozo esté en vosotros, y el vuestro sea colmado; esté en vosotros el mío, sea colmado el vuestro. Porque el mío fue siempre pleno, aun antes de ser vosotros llamados, en presencia de vuestro llamamiento; pero nace en vosotros al realizar en vosotros lo que de vosotros había yo previsto. Sea el vuestro colmado, porque seréis bienaventurados, lo cual aun no sois, así como fuisteis creados vosotros, que antes no erais"
 (Comentario a Juan 83, 1).

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