(Comentario a Juan 19, 12).
Dios es la vida
"Dios es su vida. Y así como, cuando ella está en el cuerpo, la comunica vigor, y fuerza, y movimiento y actividad a todos los miembros, lo mismo Dios, que es su vida, cuando está en ella, le comunica la sabiduría, y la piedad, y la justicia, y la caridad. Una cosa es lo que el alma comunica al cuerpo, y otra muy distinta, lo que al alma comunica Dios. El alma vivifica y es vivificada. Vivifica muerta, aunque ella no sea vivificada. Cuando viene, pues, la palabra y se introduce en los oyentes y llegan éstos no sólo a oírla, sino también a obedecerla, entonces se levanta el alma de la propia muerte a su propia vida, esto es, de la iniquidad, de la insipiencia y de la impiedad a su Dios, que es para ella sabiduría, y justicia, y claridad. Que vuele a Dios y que sea por Él iluminada. Acercaos, pues, a Él. ¿De qué nos servirá? Y seréis iluminados. Sí, pues, cuando os acercáis, sois iluminados y, cuando os alejáis, os entenebrecéis, luego vuestra luz no está en vosotros mismos, sino en vuestro Dios. Acercaos si queréis resucitar; porque, si os alejáis, moriréis. Si, pues, cuando os acercáis, tenéis vida y, cuando os alejáis, caéis en la muerte, luego vuestra vida no está en vosotros mismos, porque vuestra vida es vuestra luz. Porque en ti está la fuente de la vida y en tu luz veremos la luz"
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