Simeón lo vio infante

“Y para que sepáis cuál era en todos el deseo de ver aquí al Mesías, recordad al viejo Simeón, a quien el Espíritu de Dios anunció como bien no pequeño que no saldría de este mundo sin haber visto al Mesías. Nació el Mesías: lo conoció, niño, en manos de su madre, lo acogió, tuvo en las manos a ese por cuya divinidad él era llevado; y, al tener en las manos a la Palabra sin habla, bendijo a Dios diciendo: Ahora, señor, dejas a tu siervo ir en paz, porque mis ojos han visto tu salvación. Otros profetas, pues, no lo vieron aquí, Simeón lo vio infante, Juan lo reconoció y saludó concebido, lo anunció y vio joven. Más excelentes, pues, que todos los demás es este”
(Sermón de san Agustín sobre el día del nacimiento de san Juan Bautista, 2, Sermones Nuevos).

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