(Confesiones 10, 43, 69).

"Que nadie envidie en el otro
el don de Dios que él no posee"
San Agustín
el don de Dios que él no posee"
San Agustín
Centro de Espiritualidad Agustiniana
Monasterio de Santa María de la Vid
Padre Salvador
“¡Oh cómo nos amaste, Padre bueno, que no perdonaste a tu Hijo único, sino que le entregaste por nosotros, impíos! ¡Oh cómo nos amaste, haciéndose por nosotros, quien no tenía por usurpación ser igual a ti, obediente hasta la muerte de cruz, siendo el único libre entre los muertos, teniendo potestad para dar su vida y para nuevamente recobrarla! Por nosotros se hizo ante ti vencedor y víctima, y por eso vencedor, por ser víctima; por nosotros sacerdote y sacrificio ante ti, y por eso sacerdote, por ser sacrificio, haciéndonos para ti de esclavos hijos, y naciendo de ti para servirnos a nosotros. Con razón tengo yo gran esperanza en Él de que sanarás todas mis languores por su medio, porque el que está sentado a tu diestra te suplica por nosotros; de otro modo desesperaría. Porque muchas y grandes son las dolencias, sí; muchas y grandes son, aunque más grande es tu Medicina. De no haberse hecho tu Verbo carne y habitado entre nosotros, con razón hubiéramos podido juzgarle apartado de la naturaleza humana y desesperar de nosotros”
Etiquetas:
Padre,
Pasión,
Sacrificio,
Salvación
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario